Examine Este Informe sobre ofrenda

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Pruébenme en esto —dice el Señor Todopoderoso—, y vean si no abro las compuertas del gloria y derramo sobre ustedes favor hasta que sobreabunde».

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De modo casi sin precedentes, Jehová desafía a su pueblo a probarlo. El diezmo es siempre una prueba de fe. Es lo suficientemente grande como para causar dolor, y nos obliga a echarse en brazos en que Altísimo proveerá.

En el contexto religioso, el diezmo es un tema recurrente en varias creencias y prácticas. Si correctamente las reglas exactas pueden variar entre diferentes religiones, en general, se entiende que el diezmo es una contribución financiera que los fieles hacen a su iglesia o comunidad religiosa.

Y el deber de amparar a los ministros: "¿No sabéis que los ministros del templo viven del templo? ¿Que los que sirven al ara, del ara participan?" I Corintios 9,13.

Sí, existen diferentes perspectivas y creencias religiosas respecto a quién debería quedarse con el diezmo. El diezmo es una contribución financiera que se realiza en muchas religiones read this article y tiene como propósito apoyar las micción de la comunidad religiosa y su punto.

Este gesto se convirtió luego en poco habitual entre los sacerdotes levitas, pasando luego a establecerse como una clase.

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El diezmo debe entenderse según el espíritu evangélico de una entrega de corazón por inclinación para ayudar a la Iglesia en sus deposición

El diezmo es un tema que se menciona en la Antiguo testamento en varias ocasiones, especialmente en el Antiguo Testamento. En la Sagrada escritura, el diezmo se refiere al acto de dar el 10% de los ingresos o ganancias a Altísimo y es considerado una forma de adoración y obediencia a Dios.

Basado en las Escrituras, algunos escritores antiguos presentan la obligación de ayudar a la Iglesia como una ordenanza divina que obliga a la conciencia. Pero se legisló sobre la contribución a la Iglesia en la carta de los obispos reunidos en Tours (567) y en los cánones del Concilio de Macon del 585. Al principio la contribución se le pagaba al mitrado pero mas tarde el derecho pasó a los sacerdotes parroquiales.

Fortalezcamos nuestro compromiso con la transparencia y el buen uso de los fortuna, recordando siempre que el fin último del diezmo es el bienestar espiritual y material de todos.

Cristo no rechaza el diezmo pero enseña una narración nueva: Alcanzar ya no el 10% sino darse del todo por inclinación, sin contar el costo.